𝗟𝘂𝘇𝗴𝗮𝗿𝗱𝗼 𝗠𝘂𝗿𝘂á 𝗣𝗮𝗿á | 𝗣𝗹𝗮𝗰𝗲𝗿𝗲𝘀 𝗕𝗼𝗹𝗶𝘃𝗶𝗮¬ – 𝗖𝗼𝗰𝗵𝗮𝗯𝗮𝗺𝗯𝗮
Hace siglos —la historia señala la época de los romanos— comenzó una tradición que hoy es obligatoria en muchas comidas, más si se trata de una parrillada a lo boliviano: el chorizo. Este aparcero de las carnes causó furor en Cochabamba bajo el sello de los suculentos Embutidos Artesanales Piscitelli, cuyo sabor ya se expande desde Cotoca para toda Bolivia.
Los hay criollos, picantes o especiales con queso, que se los puede cocinar a la parrilla, al horno o a la sartén, explica su gerente propietario, Aldo Pierino Piscitelli Calle, quien luce una gorra colorida, barba patriarcal y camisa a cuadros de granjero, para dar a entender que todos sus productos son 100% artesanal.
Pero Embutidos Artesanales Piscitelli no sólo elabora embutidos, también ha creado salsas y chimichurris, para que el servicio y el sabor de sus productos eleve al comensal hasta el Nirvana de los sabores.
«La aceptación ha sido muy buena en Cochabamba, por lo cual quedamos muy agradecidos», corresponde Aldo. Y lo dice nada menos desde los maravillosos patios del Gran Hotel Cochabamba donde se llevó a cabo el magistral curso para asadores al que acudió casi un centenar de apasionados por la parrilla, los mismos se chuparon los dedos con las carnes, los chorizos y los chimichurris.
Aparte de Cochabamba, los productos de Piscitelli ya ingresaron al mercado y al paladar de La Paz y Beni.
El emprendimiento familiar nació hace 12 años en uno de los pueblos más turísticos de Santa Cruz, Cotoca, donde las tradiciones son su ADN y comida su esencia. «Ahora queremos estar en todo el país», promete el empresario.
A partir de esos preceptos, Aldo Pierino Piscitelli Calle avanza en su afán de transmitir que los embutidos en general y el chorizo en particular es más que un acompañante: es unión, es convite, es punto de encuentro, porque, una parrillada sin chorizo, no es parrillada.
Contactos: 689-11661; 686-69896